jueves, 6 de marzo de 2014

Vivir la Cuaresma

Muy queridos hermanos Eudistas
Incorporados, Asociados, Candidatos
en la formación, misioneros, colaboradores
y amigos de la CJM

Hoy iniciamos la Cuaresma, tiempo litúrgico importante en nuestra vida eclesial. Nuestros estudiantes de la Casa de Formación “La Misión”, comenzaron hoy su retiro cuaresmal y así prepararse para vivir en profundidad este tiempo, íbamos a estar en la casa de las Hermanas Hijas de San Pablo, pero las guarimbas nos lo impidieron, por tal razón se quedaron acá en nuestra casa de San Gabriel. Agradezco al P. Douglas por el esfuerzo de llegar hasta acá para la animación de dicho Retiro, el Padre Miguel no pudo pasar ya que cerraron las vías desde muy temprano en Las Minas de Baruta.

De este tiempo hacemos de ello un momento especial para acercarnos más a Dios. Evitando cualquier distracción, concentrándonos aún más de tal manera que conozcamos mejor el proceder divino y nos convirtamos en personas más amorosas en medio de nuestro mundo, especialmente en nuestra querida Venezuela, donde necesitamos trabajar mucho más por la reconciliación en nuestro pueblo tan dividido, en el trabajo y en nuestro propio hogar, no sólo durante estos cuarenta días sino toda nuestra vida. Además de esto, hay tres maneras tradicionales que nos ayudan a vivir la Cuaresma: oración, ayuno y obras de caridad, que no es otra cosa que vivir la misericordia, y esta requiere tres momentos: PRIMERO: tener compasión de la necesidad ajena porque es misericordioso quien lleva en si corazón las angustias de los atribulados; SEGUNDO: tomar la resolución decidida de socorrerlos en sus necesidades; y TERCERO: pasar del querer a los hechos.

La Oración

El apóstol San Pablo nos motiva a que “oremos sin cesar” (Cf. 1 Tesalonicenses 5:17). Toda nuestra vida puede ser una oración si elevamos nuestra mente y corazón a Dios en cada momento y acción de nuestra vida. Lo central de la Cuaresma es que oremos lo más frecuente y profundamente que podamos. San Juan Eudes, nos dice que “la oración es nuestra principal y más importante ocupación” simplemente porque ella es el fundamento de la vida cristiana y orando continuamos la oración de nuestro Señor Jesucristo.

El Ayuno

La finalidad del ayuno es crear conciencia. Y el ayuno que Dios quiere es éste: que sueltes las cadenas injustas, que desates las correas del yugo, que dejes libres a los oprimidos, que acabes con todas las opresiones, que compartas tu pan con el hambriento, que hospedes a los pobres sin techo, que proporciones ropas al desnudo y que no te desentiendas de tus semejantes. Entonces brillará tu luz como la aurora y tus heridas sanarán en seguida, tu recto proceder caminará ante ti y te seguirá la gloria del Señor. Entonces invocarás al Señor y él te responderá; pedirás auxilio y te dirá: «Aquí estoy».
La Caridad

“Es la norma suprema y el alma de la comunidad y debe inspirar todos los actos de la vida en común”. Un verdadero discípulo o apóstol de Jesús no puede prescindir de las obras de misericordia. La caridad cristiana se expresó siempre en un profundo y preferencial amor a los pobres, a los débiles, a los necesitados. En su mensaje cuaresmal que lleva por título:
“Se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza”, http://www.aciprensa.com/Docum/MensajeCuaresma2014.pdf, el Papa Francisco nos recuerda que “La caridad, el amor es compartir en todo la suerte del amado. El amor nos hace semejantes, crea igualdad, derriba los muros y las distancias. Y Dios hizo esto con nosotros” también nosotros debemos hacerlo y de manera particular
con los más pobres de este mundo. Es un rasgo esencial de la Iglesia de Jesucristo, de las comunidades cristianas, de todos nosotros hoy, pues ellos son el principal sacramento de Cristo. La caridad cristiana se expresa en el perdón de los pecados, especialmente el perdón a los enemigos. "Amen a los enemigos, rueguen por los que los persiguen... (Mt 5, 44-47). El amor al prójimo implica también la justicia; el Papa Pablo VI llegó a decir que el nombre actual de la caridad "política" es la "justicia". La caridad cristiana solo es auténtica cuando se construye sobre la justicia.

Les invito entonces para que nos dispongamos en este maravilloso y oportuno tiempo a prepararnos cada uno y en cada una de las comunidades locales y misioneras, apartando un día o una mañana y así como nos dice San Juan Eudes, que además del retiro anual que hacemos, es RECOMENDABLE escoger un día del mes para renovar y acrecentar los buenos sentimientos y resoluciones tomados en el curso del retiro anual; para REPARAR las faltas cometidas durante el mes en el servicio y amor de Dios, para ENTREGARNOS a Dios y REALIZAR las acciones ordinarias con mayor atención y perfección que de costumbre y para DEDICARNOS con mayor esmero y fervor a los ejercicios de alabanza y de amor a Jesús.

El retiro, es el espacio que se nos da para que nos nazcan nuevos deseos y fuerzas, para que recibamos nuevas gracias, nuevas luces y nuevas fuerzas, para poder marchar con mayor valor por los caminos del Amor Divino y destruir todos los obstáculos que para este fin encuentre, y para honrar y servir a Dios y a los hombres más fielmente en el futuro.

Se trata, amados hermanos, de disponer el corazón para hacer silencio interior y escuchar a Jesús y a María su Santísima Madre, nuestros principales y únicos superiores de esta Congregación. A continuación quiero dejarles las tres intenciones que nuestro padre fundador siempre tuvo en cuenta para aprovechar no sólo en el retiro sino en todo este tiempo de cuaresma que también nos invita a la meditación y contemplación de los misterios de nuestro Señor Jesucristo y su Santa Madre. Según San Juan Eudes, se debe hacer el retiro por tres intenciones principales:

En primer lugar: Para agradar a Dios y para honrar algunos de los retiros o soledades de Nuestro Señor
Jesucristo y de su santa Madre, que ha estado siempre unida a Él en todo: como el retiro que él hizo en sus sagradas entrañas por espacio de nueve meses; el que ha hecho en el portal de Belén durante cuarenta días; el de Egipto durante siete años; el de Nazareth durante su vida oculta; el del desierto de cuarenta días, el del seno adorable de su Padre, después de su ascensión; el del santísimo Sacramento, donde él está oculto desde hace mil seiscientos años. Se escoge alguno de estos modelos y en su honor se ofrece el que uno va a realizar.

En segundo lugar: Se debe hacer el retiro con el propósito de realizar alguna penitencia para reparar nuestros muchos pecados.

Y en tercer lugar: Para disponerse a recibir de la divina bondad nuevas luces, nuevas gracias y nuevas fuerzas para servir y honrar con mayor fidelidad al Señor en el futuro.

(SAN JUAN EUDES OC III, 116-117)

ORACIÓN PARA EL COMIENZO DE LA CUARESMA
(OC 3,386)

Jesús, santificador de los tiempos, te adoro como el autor del santo tiempo de Cuaresma y como la fuente de la gracia que en él se encierra. Adoro los designios que en esta Cuaresma tienes sobre la Iglesia, sobre esta comunidad y especialmente sobre mí. Es tiempo de conversión, de gracia y bendición. Durante él me quieres conceder favores especiales. Haz que no ponga obstáculo a tu acción. Quiero, Señor, emplear esta Cuaresma como la última de mi vida. Pasaste tu retiro en el desierto, en la soledad, alejado de toda compañía, en silencio perpetuo, en oración continua, en penitencia rigurosa, ayunando, durmiendo en duro lecho, sufriendo muchas privaciones. Quiero amar, contigo y por tu amor, la soledad, el silencio, la oración y la penitencia. Concédeme que me prive de toda palabra ociosa y ponga mis delicias en encontrarme contigo en la oración, y practicar por tu amor alguna penitencia. Que yo pase este tiempo y el resto de mi vida en el servicio de mi Dios y de mi prójimo haciendo tu divina voluntad. Amén.

Que este tiempo cuaresmal nos ayude a cumplir este propósito. Agradezcamos al Señor este tiempo y aprovechémoslo al máximo, será una de las formas para agradecerle a él todo lo que ha hecho y seguirá haciendo por nosotros, “La gratitud es la respuesta del corazón” (Cf. Santa María Eufrasia).

Unidos en la oración por la reconciliación y la paz para nuestra querida Venezuela, fraternalmente en el Corazón lleno de amor de Jesús y María:

P. José Antonio Sabino Reyes, CJM
Superior Provincial


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