jueves, 8 de mayo de 2014

TEFE Interprovincial Ecuador 2014

 
Una Visita Superior.

Dentro del marco del Encuentro de Espiritualidad Eudista celebrado en la Casa De Espiritualidad San Juan Eudes en Conocoto tuvimos la oportunidad de compartir con los sacerdotes y seminaristas participantes. Así como con muchos amigos eudistas de diferentes obras donde prestamos servicio. Fue el encuentro de una sola familia independientemente si venían de otras provincias. El compartir como familia acrecienta los lazos de hermandad y nos coloca cada día nuevos retos en la evangelización. Como si fuera poco, tuvimos la grata visita de nuestro Superior General, el padre Camilo Bernal quien compartió con nosotros una tarde llena de mucho diálogo, de preguntas, de visiones y de sueños. Su visión de iglesia, de congregación, contagia y anima a seguir trabajando por el Reino desde esta bendita espiritualidad donde el Señor en su infinita misericordia nos ha colocado. Damos gracias a Dios por habernos dado la oportunidad de vivir esta experiencia de encuentro con hermanos de otras partes del mundo y con nuestro superior.


Primera Semana Santa en Ecuador.

La experiencia de vivir la Semana Mayor en este bello país fue de gran regocijo. La vivencia de la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Amado Jesús se hizo en medio del trabajo pastoral encada una de las parroquias donde colaboramos. Fue una semana intensa.
En esta semana, 4 hermanos colaboraron en una celebración que en el momento solo se hace en Ecuador, el arrastre de Caudas. Una celebración que viene de la época medieval y se ha mantenido como una bella tradición. Es la primera vez que colombianos participan activamente en esta celebración y qué gran gozo que sean eudistas. Alabado sea Jesucristo.

Cuando yo sea formador propondré el TEFE en la playa.

Esta fue la expresión de muchos de nosotros esta semana donde tuvimos la maravillosa oportunidad de disfrutar de las playas de Atacames en Esmeraldas. Es que después de 3 meses de intenso trabajo era justo y necesario este paseo. Fue un gran esfuerzo de parte del equipo organizador el hacer posible este descanso. Muchos coincidíamos que era orar de otra forma, en el descanso, contemplando la inmensidad del mar y comparándolo con el océano de misericordia de nuestro Dios. Los atardeceres evocan la belleza del Amado que todo lo creó para sus hijos. Escribir lo que se veía esas tardes donde el sol danzaba con sus anaranjados colores es quedar cortos ante la majestuosidad del acontecimiento.
Fueron unos días donde se siguieron tejiendo lazos de hermandad. Cada uno con su particularidad aportó a la unidad.
No faltan esos acontecimientos que hacen parte del paseo como los que tragaron tanta agua en el mar, los que se confiaron y las olas les jugaron una mala pasada. Los que preferían la piscina. En fin, hubo para todo y precisamente eso es lo que se nos queda en el corazón. Por esto también damos gracias a Dios y de manera especial a los padres formadores del Tefe quienes han hecho lo posible para que pasemos unos días de descanso y seguir con ánimo la recta final de esta marcante experiencia espiritual.


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