martes, 28 de octubre de 2014

Conozcamos a Elvirita Barceló Bolívar Nuestra Directora General

Elvirita, nos sentimos felices por haber aceptado prestar este servicio en la dirección del Instituto. Deseamos conocer más de ti, tu vida, tu familia y tu vocación de Fiel Sierva de Jesús.

  • Les agradezco esta oportunidad para comunicarme de una manera más personal con mis hermanas del Instituto, expresarles mi afecto y ofrecerles toda mi capacidad de servicio.

  • Ni por un minuto concebí en mi mente ni en el corazón que pudiera servir al Señor, en este momento de la vida, como su Directora General, pero tengo la certeza que es El el que actúa y, ¿cómo podríamos eludir su Voluntad?

  • Con toda sencillez les comparto detalles de mi vida.

Mi núcleo familiar es pequeño pero significa lo más importante para mí: Vivo con mis padres y tengo una sola hermana cuyos tres hijos son mis únicos sobrinos.

Me eduqué en colegio de religiosas, nunca pensé que esa vocación fuera para mí. Soy Economista, me
especialicé en Administración Financiera, en Alta Gerencia. He complementado la formación con estudios de Finanzas Avanzadas, Alta Gerencia, Inglés y Tecnología moderna.

Trabajo en la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla. Me desempeño en el área financiera desde mi ingreso. También soy Jefe de Compras y Suministros y Responsable del manejo de la “Banca virtual”.

Son muchas responsabilidades y las comparto con un grupo de gente muy especial. La Universidad está siempre creciendo en programas, en servicios, en organización, todos trabajamos con el deseo de dar lo mejor, como el Señor pide, con tesón, entrega y agradecimiento en el corazón. Las tareas crecen diariamente, muchas veces no les vemos el fin, pero perseveramos sabiendo que el trabajo es una forma de santificarnos, que con el compromiso laboral vivimos la consagración secular y entregamos al Señor el fruto de lo que Él mismo nos ha dado.

Vincularme a la Universidad ha sido una experiencia agradable. Por cerca de diez años pude coordinar la Pastoral Universitaria y aún hoy realizamos algunas actividades como apostolado de presencia. Además el estar en este medio académico he tenido la ventaja de participar en la edición de sus libros.

. Mi búsqueda de la vocación se fue dando como un deseo de de conocer más al Señor, de servirle en algo que Él me necesitara. Había un anhelo profundo, algo que no encontraba satisfacción plena. Llegó el momento cuando en diálogo con un sacerdote amigo le e manifesté esta “búsqueda interior” que no acababa de comprender. Él me indicó que podía unirme a un apostolado, me aconsejó acercarme a un grupo de hermanas religiosas que también hacían parte de la comunidad parroquial. De este apostolado también hacía parte Nancy Vergara y fue ella quien me habló de la vocación a la vida consagrada secular y después de varios encuentros y de mucha oración, al fin le presté atención.

Nancy me contó sobre el Instituto, me regaló el libro con su historia fundacional. Siguió insistiendo, aún después de terminar nuestro apostolado, me visitó en la casa y en algún momento me interesé en leer el libro y así conocí a Merceditas y la manera como nació el Instituto.

  • Mis inicios en el Instituto, las dudas y vacilaciones.

Cuando el Señor nos pide algo, si no tenemos clara su voluntad, hay que orar y discernir. Empecé a pensar en mis papás, en la libertad que podría perder, en aceptar un nuevo compromiso, pero a la vez era Dios quien insistía. A veces creemos que la persona que nos llama es quien nos apura a decidir algo, pero es necesario reconocer la voz de Dios en el hermano. Después de vivir todas las etapas, y la preparación, hice los votos perpetuos en marzo 25 del 2004.

  • Experiencias que han marcado mi vida de Fiel Sierva de Jesús

La principal ha sido la fraternidad, la acogida que me han dado siempre en la familia de las Fieles Siervas de Jesús, desde el momento en que llegué al Centro Santa Catalina de Barranquilla. Luego el recorrido de la formación viviendo el testimonio de entrega de cada dirigente, el esmero para dar los mejor de sí, para corresponder al Señor con toda la vida. Especial recuerdo tengo del día en que conocí a Merceditas quien me acogió como una hija, como si me conociera de siempre, verla tan sencilla y bien dispuesta renovó en mí el deseo de continuar la formación.
La participación en los congresos de Institutos Seculares, especiales momentos de gracia: Primero, por la
oportunidad de conocer, compartir el viaje y trabajar con Lucía Alvear y Dinorah Gutiérrez. Participar en los Congresos con gente supremamente interesante, hombres y mujeres de varias profesiones y oficios, de distintas lenguas e Institutos, pero todos con el amor de Dios en el corazón y en el empeño de seguirlo en esta vocación. Identificar problemas comunes, orar y aprender como una sola familia. Me maravillaba oír hablar a profesionales de distintas carreras en un solo lenguaje: amar a Dios con todo el corazón, seguirlo en castidad, pobreza y obediencia, desde el carisma particular de cada Instituto y en las condiciones de vida común y cotidiana! Estuve en Paraguay en el Congreso de Institutos Seculares de América Latina en 1997, luego en Roma en el Congreso Mundial de Institutos Seculares en el año 2000, y finalmente de nuevo en el Congreso de América Latina en República Dominicana, año 2006.

  • Los diferentes servicios que he tenido oportunidad de prestar.

Otra de las gratas experiencias ha sido la de servir a mis hermanas del Centro Santa Catalina como Directora Local. Recuerdo mi temor, la duda, los compromisos laborales y de familia, sin embargo aprendemos que “en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman, de aquellos que han sido llamados según su designio”. Porque no es cuando nosotros queremos hacer algo cuando sucede, sino cuando el Señor lo permite. Así que poco a poco fui siguiendo su Voluntad y recibí toda la ayuda de mis hermanas. Fueron dos períodos desde octubre de 2007 a octubre de 2012.

En mi corazón hay otras experiencias gratas de fraternidad y han sido la participación en las Asambleas generales de 1999 como delegada, de 2009 como Directora Local y en el presente 2014 como Consejera General.

La etapa de Consejera General en el quinquenio 2009 – 2014 fue enriquecedora y fundamental en mi vida de Fiel Sierva, adentrarme en la historia y en el carisma del Instituto, participar en la preparación de los temas de formación y en tantas otras actividades que ni siquiera conocía, pero principalmente experimentar profundamente que somos Iglesia y que tenemos una rica vocación que, como dice el Papa Benedicto XVI requiere “Ser semilla de santidad arrojada a manos llenas en los surcos de la historia. Enraizados en la acción gratuita y eficaz con que el Espíritu del Señor está guiando las vicisitudes humanas” (Discurso febrero 03 de 2007).

  • Lo que pueden esperar de mí, desde la dirección general, los miembros de este Instituto.

La certeza de mi agradecimiento al Señor por pedirme este servicio y de unirme a Él para realizarlo.
La oración permanente para llegar a todos con un mensaje de esperanza, de gozo y alegría en medio de las condiciones naturales de la vida que tiene sus altos y bajos.
La seguridad de mi afecto profundo por todos quienes formamos una familia en la Iglesia.
El trabajo continuo para caminar desde el Evangelio.
La necesidad permanente de contar con todos y cada uno de mis hermanos para hacer vida el Proyecto que Dios tiene para el Instituto, todo desde la humildad de saber que sólo Él es quien hace su obra y que nosotros deseamos sacudirnos del pecado que nos asedia y correr con constancia la carrera que nos propone, con los ojos fijos en Él, que inicia y lleva a la perfección la fe.

ELVIRITA BARCELÓ BOLÍVAR.


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