Monseñor Flavio Zapata Calle bendijo la capilla del Centro Regional Ibagué.
Con una eucaristía precedida por el Arzobispo de la Arquidiócesis de Ibagué, Monseñor Flavio Calle Zapata, fue puesta al servicio de toda la comunidad UNIMINUTO, la Capilla San Juan Eudes.
Se espera que la Capilla se convierta en un espacio donde estudiantes, profesores y administrativos se acerquen a Dios. Esta tendrá las puertas abiertas para toda la comunidad UNIMINUTO.
Siete personas recibieron el sacramento de la Confirmación de parte de Monseñor Flavio Calle Zapata. Nayidt Nataly Zanabria, André Gonzáles Oyuela, Leandro Gonzáles Oyuela, Karen Lorena Molina, Paola Andrea Jiménez, Danie Alejandra Cediel y María Daniela Zabala, se integraron de forma activa a la actividad católica.
El Arzobispo de Ibagué, Monseñor Flavio Calle Zapata, expresó su alegría al bendecir la capilla del Centro Regional Ibagué, “Me parece el mejor regalo para San Juan Eudes, que la Universidad tenga su capilla, su lugar de oración, su lugar de silencio, un lugar donde siempre se cuente con la presencia de Dios. Allí los que buscan la ciencia, encontrarán la sabiduría encarnada, que es Nuestro Señor”.
El presidente de la Corporación Universitaria Minuto de Dios, el padre Diego Jaramillo Cuartas, participó de la liturgia realizada en la Institución. Además se contó con la presencia del padre Gregorio Hernández, vicerrector nacional de pastoral, el padre Orlando Hernández, vicerrector de Bienestar Universitario, el Padre Giovanny Ospina, Vicario Parroquial y el Padre Diego Rubiano, director de pastoral vocacional.
El capellán del Centro Regional Ibagué, Oscar Orjuela Perea, celebró el nuevo espacio espiritual de la institución, “una capilla en un recinto académico es un pedacito de cielo, allí cada integrante de la familia UNIMINUTO puede encontrar a Dios. La capilla lleva el nombre de nuestro guía espiritual y fue inaugurado en la semana de celebración de la obra de San Juan Eudes”.
Por último las participante de la Confirmación celebraron junto a sus familias la confirmación de la fe católica. El día siguiente la actividad espiritual continúo con la celebración de la primera comunión de 8 pequeños que recibieron el cuerpo y sangre de Cristo.
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