sábado, 21 de mayo de 2016

Habla la delegada del Superior General para los AACE

CJM News: Estuviste en África en un evento de asociados eudistas; ¿por qué fue eso?
MO: Realicé esa misión como delegada del Superior General para animar el proceso de asociados, amigos y colaboradores eudistas, encargo que me confió desde julio de 2015. Por bondad de Dios, soy asociada eudista desde 1987, primero de la Provincia de Colombia y luego de la Provincia Minuto de Dios, cuando esta nació. Por bondad de Dios, asistí al primer encuentro mundial de laicos eudistas, en 2009 en Francia, y estuve en el corazón de la organización del segundo encuentro mundial de laicos eudistas (AACE), en 2014 en Bogotá. A partir de éste, el Consejo de Congregación creó un Secretariado Internacional de Asociados, Amigos y Colaboradores Eudistas (SI-AACE) y fue entonces cuando el Superior General me delegó esa misión de animación. Al encuentro de 2014 no pudieron asistir laicos de Benín ni de Costa de Marfil, de modo que quisieron realizar un seminario internacional de asociados y pidieron el apoyo del Superior General.



 
 
 

CJM News: ¿Qué te correspondió hacer en África?
MO: Participar como delegada del Superior General. Quise cumplir esta misión con espíritu eudista y paulino: en humildad y fraternidad, animar a mis hermanos en la fe, compartirles el testimonio de las maravillas que el Señor ha obrado, tender lazos de cercanía entre laicos eudistas más allá de las fronteras geográficas y aportar al cumplimiento del objetivo del seminario, que era: redescubrir, apropiarse y actualizar la espiritualidad eudista de la misericordia en el contexto actual de África. Llegué unos días antes del inicio del seminario para conocer la realidad particular de los eudistas en Costa de Marfil y encontrarme con los hermanos; pude visitar las parroquias eudistas en Abdijan y Yamoussoukro, la casa de formación eudista y el seminario diocesano, dirigido por los eudistas; me hospedé en el Centro de Espiritualidad Eudista de Abatta y pude constatar la numerosa afluencia de feligreses a las eucaristías y actividades espirituales allí realizadas. Durante el seminario tuve dos intervenciones formales: una para compartir lo relativo al EAACE 2014, cómo se realizó, con qué objetivo y metodología, qué temas se trabajaron, cuáles fueron las conclusiones y qué ha sucedido después; y la otra intervención fue para compartir cómo nacieron los asociados eudistas en Colombia y América Latina y el papel que realizamos hoy.

 

 
 

 

CJM News: ¿Algunas particularidades de lo que compartiste?
MO: sobre el EAACE 2014, destaqué las conclusiones, centradas en cinco líneas de acción: identidad, promoción-pastoral, formación-espiritualidad, organización y misión; y hablé del SI-AACE, recordándoles que los referentes de Costa de Marfil y Benín tienen su lugar en ese Secretariado, y estamos reflexionando en torno a un documento de trabajo que nos permita hacer viables las conclusiones del encuentro de 2014. Sobre los asociados, amigos y colaboradores en América Latina, en Colombia y en la Provincia Minuto de Dios específicamente, hablé de nuestras dimensiones espiritual, fraterna y apostólica y de nuestro ejercicio del carisma eudista en la renovación de la fe del pueblo de Dios y la formación de buenos obreros del Evangelio, en el ejercicio de la misericordia.


 
 


CJM News: ¿Qué te dejó África?
MO: Me dejó el testimonio de alegría, fraternidad, servicio y coherencia de vida de nuestros hermanos de Costa de Marfil y Benín; mi corazón quedó marcado por ese testimonio. Encontré laicos muy comprometidos e inquietos por responder a los retos que la realidad les plantea; parejas de esposos solidarias en su respuesta a la vocación de asociados eudistas; innumerables vivencias marcadas por el amor fraterno entre quienes seguimos al Señor desde la CJM. Y la percepción de que los participantes en el Seminario se sintieron llamados a crecer en su compromiso eudista y a fortalecer sus grupos, y encontraron elementos para discernir los campos de misión-misericordia en los que quieren adentrarse, con el lema del Seminario: “Eudistas, misericordiosos como el Padre”. Esta misión representó para mí una responsabilidad grande, al ser la primera vez –creo- en la historia de la CJM que una mujer, y laica, apoya a la Administración General en una labor de animación de la vida eudista. Debo decir que esta misión fue respaldada grandemente en la oración personal y en la de muchas personas, particularmente mis hermanos eudistas (laicos y presbíteros) de la Provincia Minuto de Dios.


Por otra parte, esta misión afianzó mi vocación como asociada eudista, comprometida en un servicio de animación para que el fuego del Espíritu encienda los corazones de los hermanos como incendió el de san Juan Eudes en el amor a Dios y a los hombres, a fin de que, incansables, con ánimo generoso y voluntad decidida, respondamos al llamado del Señor en nuevos tiempos y nuevos contextos, y trabajemos unidos porque Jesús viva y reine en muchas más personas.

CJM News: ¿Tuviste otras actividades con ocasión de este viaje?
MO: Sí, como necesariamente hay que ir de América a Europa para seguir hacia África, al regreso pasé por Roma, donde pude conversar con el padre Superior General y también compartir momentos de fraternidad y espiritualidad con él y los otros padres. E, invitada por los asociados eudistas de Sperone, viajé a esa ciudad en compañía del P. Camilo Bernal y tuve la posibilidad de compartir momentos muy agradables con ellos, transmitirles las experiencias de la misión en África y acercarme un poco a su realidad particular. La cálida acogida que nos brindaron en sus hogares y su fuerte compromiso eclesial dejaron honda huella en mí.

Después pasé por París y pude reunirme con la referente de los asociados y el asesor de los mismos en Francia para intercambiar ideas, percepciones y experiencias sobre la vinculación de los laicos a la CJM. También en París, con un grupo de asociados y preasociados, y bajo la dirección del padre eudista Daniel Biguet, realizamos una interesante peregrinación tras las huellas de san Juan Eudes en la capital francesa y compartimos muy agradables momentos de fraternidad que permitieron estrechar el vínculo de la identidad que nos une.

CJM News: ¿Cómo sintetizarías todo lo vivido en esos 14 días por África y Europa?
MO: La bendición de la fraternidad y la alegría de ser miembros de una misma familia espiritual. Por tener el nombre de “Eudista” y por la delegación que portaba, fui acogida con calidez, cordialidad y sencillez y pude entrar en la vida de muchos hermanos y compartir la experiencia de fe y de una vocación común.

Aprovecho la ocasión para agradecer a Dios, al Superior General y al Consejo General por este viaje, que me amplía el horizonte y me compromete aún más en la misión eudista, pues aunque la fraternidad se alimenta en la distancia a través de las nuevas tecnologías de la comunicación, estas no reemplazan el encuentro personal, el apretón de manos, el abrazo fraterno, las miradas que se cruzan y las vivencias que se comparten, todo lo cual posibilita la escucha y el entendimiento, la atención a las necesidades de los asociados y de la CJM, la comunión, la participación; contribuye grandemente a avivar la llama del seguimiento de Cristo y de la configuración con Él, de donde brotan el amor y el servicio a los hermanos; y, sobre todo, posibilita la construcción de una visión común en relación con los laicos en la CJM.


Y quiero invitar a quienes lean este boletín de CJM News a dejarse sorprender por el Espíritu Santo, que hace nuevas todas las cosas y nos capacita para poner por obra la voluntad de Dios. Que el Señor nos conceda a todos en la CJM valorar lo que significa pertenecer a esta “escuela de santidad”, cuidar la fraternidad entre nosotros para ayudarnos mutuamente a ser y estar “juntos para la misión” y responder al llamado del Señor con fidelidad creativa, en la certeza de que esta es su obra, “para gloria de Dios y salvación de las almas”.


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